jueves, 7 de noviembre de 2013

LAS 7 CREENCIAS MÁS PELIGROSAS PARA EL AMOR



1.- La media naranja.
     Cada cierto tiempo nuestras amigas emparejadas nos dicen que ya encontraremos a nuestra media naranja, como si el hecho de estar solteras significara que nos falta una parte, o que estuviéramos incompletas. Esto es un gran error, y si partimos de esa premisa nunca entenderemos la importancia de valorar nuestra individualidad, y nuestra capacidad de encontrar la realización personal, independiente de la pareja.
La búsqueda debe centrarse en un hombre que resulte ser un complemento a nuestra vida y al       mismo tiempo nosotras ser un complemento para él, pero jamás el pilar que soporta la felicidad y los proyectos futuros.
 

2. -     Sin ti no soy nada.
 Muchas canciones repitan esta frase, que en definitiva quiere decir, que la existencia de otra persona, le da sentido a nuestras vidas. También hemos escuchado “eres mi todo”, como si la ausencia de esa persona nos despojara de todos nuestros logros y proyectos, y le quitara el valor a nuestras virtudes.
 Las mujeres que experimentan este tipo de sentimiento por lo general están pasando por una       etapa de baja autoestima, donde la única forma de valorarse es en la medida que otro lo haga por ellas, y si la relación se acaba o baja su intensidad, surge una sensación de vacío que no       podremos  llenar, si no logramos valorarnos a nosotras mismas.

 
3.-       El verdadero amor es fusionarse con la otra persona.
 Muchas mujeres que buscan esta fusión, lo que buscan realmente es una cercanía, un lenguaje propio de los dos, una comunicación fluida, y en general dinámicas que se logran con el tiempo. 

 No debemos confundirlo con esas parejas que, para evitar conflictos, uno de los dos calla sus verdaderos pensamientos, y tiende a pensar lo mismo que el otro. Cuando nos conocemos a nosotras mismas y somos seguras de nuestra visión frente a la vida, no es necesario fusionarnos con otro para que la relación funcione, sino que cada uno aporta sus puntos de vista y dependerá de nuestra madurez la capacidad de aceptar esas diferencias.
 

4.-       Haz feliz a tu pareja y tu pareja te hará feliz a ti.
Las relaciones de amor no son tan simples. La felicidad sólo puede ser compartida y ofrecida cuando cada una de las partes es feliz por sí sola. Entonces se podrá ser generoso y  compartirla con el otro, lo que no significa que el otro nos retribuirá de la misma manera. No debemos tener expectativas cuando queremos hacer un gesto, un regalo o entregar algo a nuestras parejas, estos actos deben ser desinteresados, sin esperar nada a cambio más que una sonrisa, de lo contrario siempre estaremos midiendo los esfuerzos y tratando de empatar las formas de entregar amor.

 

5.-       Ser capaz de adivinar lo que el otro piensa.
Esto no es magia. Nadie puede saber con certeza qué piensa y qué siente su pareja, y si fuera así, estaríamos frente a una relación predecible, sin sorpresas ni nuevos aprendizajes.

Lo principal es la comunicación. Un error muy común es creer que el otro piensa una cosa y actuar    en función de esa suposición. Otra equivocación recurrente es esperar que el hombre que tenemos      al lado, entienda lo que nos pasa sin tener que explicárselo. Chicas, si les decimos que no nos pasa    nada, ellos entenderán precisamente eso. No debemos esperar que lean entre líneas lo que les         estamos negando. Si les molesta algo convérsenlo, verbalicen sus conflictos, de esa manera se darán    cuenta que las cosas no son tan complicadas como parecen.
 
   6.-  El amor a primera vista.
  A todas nos ha pasado que conocemos a alguien y nos parece inmediatamente atractivo,         inteligente y divertido. Ahora bien, debemos saber diferenciar entre el encantamiento y el amor. Debemos cuidarnos de estos sentimientos extremadamente intensos pero muchas veces pasajeros. Somos capaces de entregarnos por completo a alguien que no conocemos y confiamos en que estamos absolutamente conectados por esta sensación de bienestar. Pero la confianza hay que ganarla, y somos seres complejos de múltiples dimensiones, que sólo el tiempo permitirá mostrar de forma transparente y sincera.
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7.-       Los problemas de pareja no se comentan con nadie.
Si bien no es correcto ventilar nuestras intimidades de pareja, lo que hemos aprendido en el último tiempo, es que no debemos tener miedo a buscar opiniones de personas cercanas o de un profesional. Las mujeres suelen ahogarse en sus inseguridades y temen comentar sus problemas, ya sea por vergüenza o por miedo a mostrarse vulnerables e imperfectas. La comunicación con otros, dentro de un marco de respeto hacia nuestras parejas, donde no pasemos a llevar su intimidad, puede ser muy útil para abrir nuestros horizontes, o darnos cuenta de que lo que nos pasa es más común de lo que creíamos.

La sociedad  nos han inculcado durante nuestras vidas, que nos llevan a  realizar conductas  que evitan que  disfrutemos plenamente del amor. Si tomas consciencia  de esto podrás transformar  tus pensamientos, sentimientos y  finalmente encontrando la tranquilidad que tanto buscas.
 
Pamela Paz Valenzuela Valle
www.ladyalfa.cl
coach@ladyalfa.cl

 

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