miércoles, 26 de junio de 2013

LA TRANSFORMACIÓN DE UNA MUJER ALFA EN EL AMOR




Durante mi trayectoria como coach ejecutivo en distintas organizaciones privadas, descubrí a la que hoy denomino  “Mujer Alfa”, admirada dentro de la organización por su capacidad ejecutiva, segura en la toma de decisiones, muchas veces guapa, con gran capacidad para desenvolverse en reuniones de directorios, con un estilo personal elegante y ejecutivo. Esta mujer siempre está dentro de la nómina para ser ascendida, pero lamentablemente es muchas veces envidiada por sus compañeras y evaluada constantemente por sus compañeros.

Durante años me tocó realizar coaching ejecutivo a través de profundas y mágicas conversaciones con muchas mujeres y siempre terminamos abordando un área de su vida que ellas consideraban más débil en ese momento, el Amor. Creo que para muchas “Mujeres Alfa” es en el tema del amor en el que se declaran poco hábiles, que no lo entienden y que tal vez, cómo se denominan ellas son muy “duras”.
 Aún recuerdo a Javiera M. de 35, mi coachee venida de Colombia. Ella trabajaba en una gran empresa y no sabía cómo proyectarse con hijos ya que esto no compatibilizaba con sus sueños laborales; tenía todas sus metas establecidas pero no había cabida para los niños ya que eso significa abandonar todo por lo que había luchado en su vida. Su estrategia, aunque inconsciente, era simple, cuando el hombre comenzaba a proyectarse dentro de la relación ella simplemente la  boicoteaba y volvía a cero, quedando soltera; de hecho muchas veces se emparejaba con hombres menores pensando que no se proyectarían en tener una familia. Lo peor de todo es que ella se declaraba enamorada al momento de terminar pero sentía que no le quedaba otra ya que estos  hombres  también  querían estabilizarse, formalizar y tener hijos con ella .

Con Javiera trabajamos durante 6 meses para lograr sus objetivos en el ámbito personal amoroso y compatibilizarlo con su sueño de llegar a ser directora dentro de la compañía, ella no quería llegar a los 45 años preguntándose ¿Qué hice? o tal vez ¿Qué no hice de mi vida? porque queramos o no, las mujeres tenemos un reloj biológico que no está alineado al mundo laboral de las mujeres de hoy.
Al comenzar con el proceso de coaching ella no era capaz ni siquiera de visualizarse trabajando y con hijos, esto lo tenía totalmente “bloqueado”, pero luego de seis meses de trabajo estaba convencida de que era posible y sabía perfectamente lo que haría en cada ocasión, ya no era tema de improvisación ni una corazonada pues para una Mujer Alfa eso de improvisar no tiene cabida en su vida, así como tampoco lo tiene el ser mamá y ocupar un cargo de alta responsabilidad empresarial. Ella estaba empoderada con el tema, ya no era algo desconocido, por lo tanto trabajamos en cada punto, inseguridad, comportamiento, estrategia y adelantamos conversaciones sobre los roles cómo papás con el que sería su marido, en qué momentos ella se haría cargo de su hijo y en qué momentos él.

Aunque hoy no es fácil compatibilizar lo laboral con la familia, tampoco es imposible. Al igual que todas las cosas en la vida, la dedicación y el trabajo en el área te ayudan enormemente a cumplir tus sueños laborales pero sin dejar de lado la maternidad, ya que si no lo haces lo más probable es que en un momento de tu vida te sientas “vacía” sólo con haber logrado ser exitosa en tu trabajo.




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