Durante mi trayectoria como coach ejecutivo en distintas organizaciones privadas,
descubrí a la que hoy denomino “Mujer Alfa”, admirada dentro de la
organización por su capacidad ejecutiva, segura en la toma de decisiones,
muchas veces guapa, con gran capacidad para desenvolverse en reuniones de directorios,
con un estilo personal elegante y ejecutivo. Esta mujer siempre está dentro de
la nómina para ser ascendida, pero lamentablemente es muchas veces envidiada
por sus compañeras y evaluada constantemente por sus compañeros.
Durante años me tocó realizar coaching
ejecutivo a través de profundas y mágicas conversaciones con muchas mujeres y
siempre terminamos abordando un área de su vida que ellas consideraban más
débil en ese momento, el Amor. Creo
que para muchas “Mujeres Alfa” es en
el tema del amor en el que se declaran poco hábiles, que no lo entienden y que
tal vez, cómo se denominan ellas son muy “duras”.
Aún recuerdo a Javiera M. de 35, mi
coachee venida de Colombia. Ella trabajaba
en una gran empresa y no sabía cómo proyectarse con hijos ya que esto no
compatibilizaba con sus sueños laborales; tenía todas sus metas establecidas
pero no había cabida para los niños ya que eso significa abandonar todo por lo
que había luchado en su vida. Su estrategia, aunque inconsciente, era simple,
cuando el hombre comenzaba a proyectarse dentro de la relación ella simplemente
la boicoteaba y volvía a cero, quedando
soltera; de hecho muchas veces se emparejaba con hombres menores pensando que
no se proyectarían en tener una familia. Lo peor de todo es que ella se
declaraba enamorada al momento de terminar pero sentía que no le quedaba otra
ya que estos hombres también querían estabilizarse, formalizar y tener hijos
con ella .
Con Javiera trabajamos durante 6 meses para lograr sus objetivos en el
ámbito personal amoroso y compatibilizarlo con su sueño de llegar a ser
directora dentro de la compañía, ella no quería llegar a los 45 años
preguntándose ¿Qué hice? o tal vez ¿Qué no hice de mi vida? porque queramos o
no, las mujeres tenemos un reloj biológico que no está alineado al mundo
laboral de las mujeres de hoy.
Al comenzar con el proceso de coaching
ella no era capaz ni siquiera de visualizarse trabajando y con hijos, esto lo
tenía totalmente “bloqueado”, pero luego de seis meses de trabajo estaba
convencida de que era posible y sabía perfectamente lo que haría en cada
ocasión, ya no era tema de improvisación ni una corazonada pues para una Mujer Alfa eso de improvisar no tiene
cabida en su vida, así como tampoco lo tiene el ser mamá y ocupar un cargo de
alta responsabilidad empresarial. Ella estaba empoderada con el tema, ya no era
algo desconocido, por lo tanto trabajamos en cada punto, inseguridad, comportamiento,
estrategia y adelantamos conversaciones sobre los roles cómo papás con el que
sería su marido, en qué momentos ella se haría cargo de su hijo y en qué
momentos él.
Aunque hoy no es fácil compatibilizar lo laboral con la familia, tampoco
es imposible. Al igual que todas las cosas en la vida, la dedicación y el
trabajo en el área te ayudan enormemente a cumplir tus sueños laborales pero
sin dejar de lado la maternidad, ya que si no lo haces lo más probable es que
en un momento de tu vida te sientas “vacía” sólo con haber logrado ser exitosa
en tu trabajo.
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